sábado, 18 de octubre de 2008

En esta soledad y con ganas de... experimentar

Discutiendo sobre música para hacer el amor me llamó la atención el comentario de una amiga sobre el Bolero de Ravel, y pues quiero ampliar la información para quienes se interesen por el tema, jeje. Bueno, por coincidencias de la vida este señor Maurice Ravel resultó ser francés, lo que reafirma mi meta y me invita nuevamente a Francia, a conocer y a experimentar!!.

Ravel escribió esta obra en el año 1928 dedicada a la bailarina rusa Ida Rubinstein quien junto con su ballet estrenó la obra en noviembre del mismo año. Este estupendo músico siempre se caracterizó por componer piezas de gran belleza a partir de melodías sencillas, casi mínimas. Sin lugar a dudas su pieza "El Bolero" se trata de una obra, un tanto repetitiva, que va aumentando en intensidad, desde un hilo de voz hasta una explosión orquestal. Con un éxito rotundo desde su estreno, ha ganado popularidad como música de fondo ideal para practicar sexo(por su gradual aumento de ritmo y sonoridad, se le iguala al acto sexual), por eso algunos dicen que ravel la compuso al ritmo de su masturbación. Esta "exquisita" pieza, se hizo famosa, en el sentido erótico, gracias a la pelicula "10: la mujer perfecta", en la escena llevada a cabo por Dudley Moore y Bo Dereck.

Debido a que este bolero sufrió las críticas de grandes compositores, Ravel tuvo que precisar sus intenciones en cuanto al significado de su obra:

"Deseo vivamente que no haya ningún malentendido respecto al tema de esta obra. Representa una experiencia en una dirección muy especial y limitada, y no hay que pensar que la pieza busca conseguir otra cosa de la que se espera. Antes de la primera ejecución, hice aparecer un anuncio en el que se decía que yo había escrito una pieza que duraba 17 minutos y que consistía enteramente en un entretejido orquestal sin música —en un largo crescendo muy progresivo. No hay contraste y no hay prácticamente invención excepto en el modo de ejecución. Los temas son impersonales —melodías populares árabe-españolas típicas. Y (aunque se haya pretendido lo contrario) la escritura orquestal es simple y directa, sin ningún asomo de virtuosismo. […] Ésta puede ser la razón de que no haya un solo compositor al que no le guste el Boléro —y desde su punto de vista tienen razón. He hecho exactamente lo que quería, y depende de los oyentes tomarlo o dejarlo".

Bueno yo lo tomo, y quedo en espera de poder experiementar con su melodía, pienso que será muy fàcil cogerle el ritmo, jeje.




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