Se que llegará el día en que no podré ver más este mundo.
La vida se irá en silencio, bajando el telón ante mis ojos.
Aun así, las estrellas brillarán en la noche
y la aurora despuntará,
y las horas pasarán como las olas del mar
trayendo consigo placeres y dolor.
Cuando pienso en este final de mis momentos
se aparta la barrera que los separa,
y a la luz de la muerte veo nuestro mundo
con todos sus tesoros indiferentes.
Rara es entre ellos una vida insignificante,
raro un sitial humilde.
Dejaré pasar esas cosas que anhelé en vano
y aquellas que obtuve.
Pues solamente quisiera poseer realmente
aquellas cosas qeu desperdicié indiferente.

Rabindranath Tagore, 1913